Matías Nirenberg, experto en comunicación inclusiva, explica cuáles son las principales barreras comunicacionales y culturales al momento de abordar esta problemática.
Su primera experiencia como docente y su incursión en el campo de la discapacidad van de la mano. Hace exactamente 20 años, en la Sede Comunal 14, en el barrio porteño de Palermo, dictó su primer taller de radio y, a partir de Marcela Ortiz, una joven con Microcefalia -desarrollo insuficiente del cráneo-, que fue una de las protagonistas de aquellas clases, tomó contacto con una realidad que lo atravesó de lleno y lo atrapó para siempre. Después de aquella vivencia, con la ayuda de un amigo psicólogo, redactó un proyecto de radio inclusiva para Personas con Discapacidad (PcD) y desde entonces, trabaja en pos de brindarles herramientas comunicacionales que enriquezcan su vocabulario y les permitan integrarse a un verdadero grupo de pertenencia, a través de la práctica radial.
Recreólogo para adultos mayores y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Matías Nirenberg se define como alguien “curioso e inquieto” y así se lo ve durante la emisión de «Aire Tarde», el último de los tres programas de»Radiarte» -«Palabras en Conjunto» y «Radio en Construcción» completan la triada del proyecto de radio inclusiva que creó y coordina hace casi dos décadas, y se emite los sábados por Viaducto Radio (www.viaductoradio.com). Va y viene del control al estudio, da indicaciones, saca fotos, transmite en vivo por Instagram y, en cada tanda, organiza a los jóvenes para logren seguir el guión y desarrollar los contenidos pautados.
Dos amplios sillones de cuero negro, una mesa ratonera colmada de ejemplares de una reconocida revista dedicada al rock, objetos traídos de distintas partes del mundo, instrumentos musicales e imágenes de varios referentes de rock nacional e internacional colgados en las paredes, le dan a las instalaciones de la emisora online un aspecto confortable y juvenil. Pasadas las siete de la tarde, Matías finaliza su jornada laboral y se dispone a contar por qué es necesario proponer un nuevo modelo de representación de las PcD, distinto a los discursos prejuiciosos y estigmatizantes que circulan en los medios de comunicación hegemónicos.
¿Cómo consideras que se representa a las PcD en los medios masivos de comunicación?
Lo que más ruido me hace, en principio, tiene que ver con la terminología porque, sobre todo en los noticieros y programas periodísticos, se utiliza el término discapacitados. Y ahí está la raíz del problema porque nombran que la persona no está capacitada, que tiene un rasgo inhábil o está imposibilitada de realizar algún tipo de actividad. Sin embargo, en las notas, son presentadas como personas que desarrollaron alguna tarea extraordinaria, un logro -deportivo, cultural o educativo- o un trabajo maravilloso. Hay una contradicción en lo que se comunica. Suena paradójico presentar a una persona como alguien que tiene una capacidad para hacer algo y, al mismo tiempo, discapacitarla en la forma lingüística.
¿Cómo influyen los medios hegemónicos en la construcción y reproducción del imaginario social respecto de las PcD
Influyen notablemente porque son influencers en la percepción de las personas, en la burbuja perceptual de cada uno, en lo que piensan sobre tal o cual tema. Entonces, de alguna manera, queda impregnada en cada uno de nosotros, en nuestros archivos, la idea de que las PcD tienen determinadas condiciones, desarrollan determinadas actividades, su vida pasa por la petición de una pensión o por el reclamo permanente. No tenemos configurada, en nuestra mente, la idea de la construcción de condiciones laborales pertinentes para las PcD, de acuerdo a sus posibilidades, por ejemplo. Las PcD, por lo general, acceden a una oportunidad en el ámbito laboral únicamente mediante una “suerte de acomodo” -si alguien los ubica en una empresa u organismo público-, si no está situación queda invisibilizada. Tampoco se les da la posibilidad de expresarse a través de sus deseos e intereses, y de construir tareas, actividades u oficios que realmente les plazcan y que están en condiciones de realizar. Sin embargo, como medio de comunicación alternativo, nosotros trabajamos para construir un espacio diferente en el campo de la discapacidad. Un espacio que las propiasPcD construyan con sus habilidades, destrezas y con todo lo que reina en sus posibilidades.
Respecto a los medios hegemónicos ¿Cuáles son las principales barreras culturales y comunicacionales a la hora de abordar temáticas relacionadas a la discapacidad?
Las barreras comunicacionales están dadas por lo que, en los medios de comunicación, se llama inmediatez. Es decir que, si hay algo vinculado a la discapacidad que se construye como noticia, es una hebra dentro de un gran universo de información. Lo cierto es que, aún hoy, la discapacidad tiene un escaso volumen informativo en los medios y eso genera una barrera comunicacional porque las PcD no cuentan con datos certeros que les permitan comprender cuáles son sus derechos y obligaciones como ciudadanos o conocer, por ejemplo, cuáles son las distintas actividades que pueden realizar o los servicios de transporte que pueden utilizar para trasladarse de un punto a otro de la ciudad. Esto, a su vez, produce una barrera cultural dada por un entorno que los desvincula del círculo social. En consecuencia, lamentablemente, no muchas PcD logran desarrollar una vida plena en los ámbitos educativos, laborales y recreativos porque se las invisibiliza. No sé sabe por qué espacios transcurre la circulación social de las PcD.
¿Por qué crees que se da esta obturación sobre las PcD?
Considero que estamos en momento de exploración, en un tiempo lingüístico interesante, respecto de la visibilización social de las PcD porque ya hablamos de diversidad e inclusión pero, en la acción, en la práctica cotidiana todavía falta. No obstante, cada vez más personas se involucran en la temática y tratan de acompañar e interactuar con PcD. De esta manera, se genera un proceso de concientización que da como resultado un nucleamiento entre la comunidad y las PcD. No se trata de un nosotros inclusivo, sino que se transforma en un nosotros de todos. Antes era un Nos- Otros, ahora es un nosotros anclado. Un nosotros que nos alberga a todos en una misma urdimbre.
¿Por qué consideras que los guiones de series, telenovelas y/o películas no suelen incluir la discapacidad entre sus temáticas habituales? ¿Por qué las PcD no forman parte de campañas publicitarias?
Hubo, en algún caso, pero no es habitual porque evidentemente hay temáticas que son menos comerciales. Todavía, en ciertas unidades discursivas y en la cultura de la lástima, se vincula a las PcD con la figura de quienes no tienen posibilidades de acceso. Además, los productores de contenidos buscan otros sesgos o disparadores temáticos para atraer al público y, lamentablemente, se distancian del gen de la discapacidad y de lo que genera como movimiento social. Se da un fenómeno llamativo porque cuando se realizan campañas de concientización ciudadana, por ejemplo, aluden a un colectivo en donde los distintos actores sociales aprenden a tratar con una PcD y eso ayuda a incluirlas y a equiparar oportunidades. Al mismo tiempo, estaría bueno que las campañas no sean solo de concientización sino que sean promotoras de un tinte educativo. De un aprendizaje recíproco para que las PcD sean miradas de una manera activa y, a su vez, ellas miren al resto de la sociedad con mayor confianza.
¿Qué rol juegan los medios alternativos en la construcción del modelo de representación de las PcD?
El rol que juegan es fundamental porque, si el modelo hegemónico de los medios tradicionales no concibe la idea de potenciar-visibilizar la figura del modelo social de la discapacidad, aparece la otra pata. Si hoy no estuvieran los medios alternativos -radios online y redes sociales- sería muy difícil poner en juego las habilidades, aptitudes y actitudes de PcD. Los medios alternativos son habilitadores de espacios, promotores de opiniones, percepciones y sobre todo, promotores de debates sobre lo que ocurre hoy con esta representación social de la discapacidad como modelo que ayuda al crecimiento de este colectivo poblacional.
¿Qué se necesita para que surja un nuevo modelo de representación de las PcD?
Se necesita voluntad política y sobre todo, voluntades compartidas entre los distintos actores sociales. Tiene que aparecer un modelo social superador al que hoy tenemos para que las PcD realmente tengan una vida digna. Tenemos que buscar los vértices que nos permitan desarrollar una mirada inclusiva, articulada, fusionada, con cada uno de los miembros de la comunidad y para eso, necesitamos principalmente del compromiso de los agentes sociales de salud, educación y cultura.
Como comunicadores sociales ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comunicar sobre discapacidad? ¿Cuáles son los aportes que podemos realizar?
Debemos asumir, sobre todo la responsabilidad social de saber cómo y qué transmitir, qué y cómo decir. Porque, ante todo, estamos hablando de personas que tienen derechos y obligaciones, que son críticos de nuestra labor como comunicadores, y que tienen un entorno que las acompaña. No debemos referirnos a una PcD como única protagonista de un hecho aislado o un suceso extraordinario, sino que también tenemos que interpelarnos acerca del contexto espacio-temporal que la rodea para generar una mirada integral del sujeto. Entonces, debemos consultar a las fuentes más fidedignas, a las personas más idóneas, que tengan una visión crítica sobre el tema y qué nos ayude a pensar. Nuestro desafío, como comunicadores sociales, es lograr que las noticias sobre PcD no sean historias efímeras sino que su tratamiento en los medios se extienda en el tiempo y sean analizadas de manera tal que podamos consolidar buenas prácticas de comunicación y también considerar las diferentes posibilidades y habilitaciones que se les da a las PcD en la sociedad.
¿A qué nos referimos con comunicación inclusiva?
La comunicación, desde mi percepción, es realmente inclusiva cuando se le otorga voz a aquellas personas o colectivos sociales que carecen de resonancia y repercusión o están subordinados a las leyes del capitalismo mediático. Es decir, en este caso, cuando se le otorga palabra, sentido y entidad a las PcD. No solo por el hecho de contar sus historias, sino porque generan -desde un oficio, profesión o desde su vida cotidiana- un mensajes que les gustaría compartir con los miembros de la sociedad. Una comunicación inclusiva, a su vez, es aquella que nos permite naturalizar la información sobre discapacidad e incluirla en las secciones del diario que corresponda, sin mostrar a las PcD com heroínas o angelicales. Tiene que generarse una interacción genuina en la que, más allá de los conocimientos del saber, se ponga en juego un aprendizaje vinculado a las relaciones humanas, que nos enriquezca en lo humano.
Desde tu rol docente ¿De qué manera contribuís a la formación de los estudiantes en cuanto a la temática planteada? ¿Qué herramientas utilizas para hacerlo? ¿Qué dificultades encontrás?
Mis clases no se basan en conceptos relacionados a la discapacidad, trabajo en las relaciones de las PcD y las denominadas “convencionales”. Desde ese lugar, gesto una construcción polifónica donde todas las voces están equiparadas -no hay una distinción entre quienes tienen una discapacidad y quienes no- y se genera una mancomunión, una homogeneización, en términos de construir, por ejemplo, una pieza radial. Todos los participantes crean un producto, más allá de sus fortalezas y dificultades. El foco está puesto en fortalecer las habilidades. Para ello, utilizo herramientas propias de la comunicación y también del campo de lo lúdico, debido a que el juego es un unificador absoluto, optimizador de relaciones humanas y sobre todo, de aprendizaje en la construcción de diferentes significados. A partir de ahí, les explico a las personas “convencionales” cómo trabajar sus competencias para lograr generar un lazo con las PcD y trato de aunar. Porque creo y apuesto a que la inclusión pueda darse, especialmente en las aulas que es el ámbito natural.
¿Crees que la sociedad está preparada para abordar esta problemática?
La sociedad está tan fragmentada, fraccionada en tantos andariveles, que no sé si estamos preparados para afrontar esta problemática. La discapacidad es un apéndice más de la vida, pero no sé si la sociedad da cuenta de ello y se interesa por conocer más. Considero que es necesario indagar y preguntarse ¿De qué hablamos cuando nos referimos a discapacidad? Falta desarrollar un contenido que posibilite fundirse en saberes más profundos y acercarse a las PcD.
¿Por qué crees que, desde los medios hegemónicos, no se le da mayor difusión a la temática?
Porque no se convirtió en una mercancía. La discapacidad está cercenada, obstruida en los medios masivos, porque es una temática que no vende. Por suerte, los medios alternativos le otorgan un espacio diferente, un lugar fresco, y nos mantienen informados sobre un tema que está estrechamente relacionado con la pluralidad de una sociedad, con el sentido de pertenencia de cada uno de los grupos que de otra manera estarían muy invisibilizados.